El origen de algunas palabras que te pueden sorprender

Que testículo y testigo se parezcan no es casualidad, y que algunas palabras del castellano suenen marcianas no es fruto de una invasión extraterrestre. Hoy en Magazing te explicamos cinco palabras de las que quizás desconocías su etimología.

etimologia testículoEmpezamos con una muy GUAY

Quizás hayas escuchado que la palabra guay proviene del gibraltareño (entiéndase como inglés ibérico) debido a why pero no es cierto. La palabra se introdujo en los años 60 del siglo pasado y está relacionado con la entrada de hachís en la península.

Parece ser que guay proviene del árabe kuaiis y que significa bueno o bonito y se usaba en conversaciones donde se afirmaba que el hachís era kuaiis, es decir: «esta hierba está guay».

Chachi sí que viene de ahí

Que una cosa sea chachi, o chachi pistachi, viene del inglés del sur, sí. La oscura situación de la España tras la II Guerra Mundial, en la que Europa trataba de resurgir de sus miserias, propició un mercado negro desde Reino Unido a sus territorios, por ejemplo Gibraltar.

Los andaluces, que veían la ayuda británica en la pequeña colonia de Gibraltar, se referían a Churchill como chachi (fonéticamente les pareció parecido). Decir que algo era chachi se refería a su procedencia y, en consecuencia algo bueno. Hoy en día se sigue usando en España como sinónimo de bueno, «de calidad», etc.

¿Qué es ser un julai?

El término julai se usa para referirse a alguien homosexual o que se le presupone homosexual (exclusivamente a hombres). El término procede del romaní xulaj y no tenía inicialmente connotación sexual.

Un xulaj era un dueño de algo, un propietario; también se usaba para designar a un terrateniente, o un conde. Por alguna razón también se usaba en el argot penitenciario para alguien que entraba en la cárcel, o incluso para la propia víctima de un robo. Como verás lo de julai dió mucho de sí.

Testificar no viene de testículo

Muchos son los que te dirán que la palabra testificar viene del apretamiento de los pelendengues que se les hacía a los confesores para que escupiesen la verdad. Lejos de tan visual experiencia, el concepto etimológico ese no es cierto.

Testificar viene del antiguo vocablo testis que quiere decir «quien confiesa» y del concepto facere que quiere decir «hacer»: hacer una confesión.

La relación de testículo y testigo la encontramos en el origen latino de la primera: testiculus. Testis significa testigo y culus es una sufijo para hacer el diminutivo. Querido amigo que nos lees, tus huevines son tus «pequeños testigos».

Y por último, si te llaman pedante…

Si después de leer este artículo te da por ir presumiendo de las etimologías que ya conoces y te llaman pedante, en ese caso puedes explicarles el origen de la palabra pedante.

Aunque hoy por hoy se le da una connotación negativa (en muchos de los idiomas donde aparece), antes de ser una «persona engreída y que alardea inoportunamente de sus conocimientos», se usaba para designar a los maestros que enseñaban a domicilio a los niños (paidion en griego posteriormente pedis en latín).

Estos profesores «particulares» empezaron a aumentar en número y dada la competencia, no eran pocos los padres que realizaban pruebas de conocimiento para asegurarse que el profesor de sus hijos sería alguien bien cultivado. La excesiva preparación de los pedantes para las pruebas creó la connotación «ser un pedante».

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