¿Qué es un copy?

Si hacemos búsquedas en portales de empleo como Infojobs, o en más especializados como Domestika.org, o el recién aparecido Wiseri, veremos que dentro del sector de la publicidad hay una máxima demanda de perfiles técnicos, perfiles gráficos y en muchísima menor medida los humanísticos de los redactores creativos, copywriters creativos.

A la publicidad convencional se le ha añadido un nuevo empuje: Internet. Ahora las campañas van a targets más concretos, y se pueden realizar acciones en las que la interacción con el usuario no sólo ayuda a captar, sino que además contagian a otros usuarios afines y refuerzan la acción publicitaria.
La nueva publicidad es más efímera, más directa, más visual, colectiva, y de riesgos más reducidos. Una campaña que no esté funcionando se puede retirar más fácilmente, y si se puede recuperar pues se hacen los «ajustes» necesarios. La técnica permite que la nueva comunicación sea casi tan instantánea como una conversación cara a cara.
Este impas entre la offline y el online no ha entrado en contradicción hasta hoy, y existe una connivencia que permite reforzar las acciones que se hacen tanto en lo real como en lo virtual, sin embargo hay un problema: nos equivocamos en el uso del lenguaje.
No hablamos igual a un padre que a uno de nuestros hijos, ni tampoco lo hacemos de la misma manera en un templo que en el salón de casa. La necesidad de adaptarnos al medio mientras pensamos en el público objetivo pasa por la responsabilidad del copywriter.
En un momento en el que le estamos dando toda la importancia a la técnica, a la máquina, nos olvidamos del valor humano. Es esencial. Sin espíritu nuestro proyecto no será nada más que un Frankestein desaliñado que, aunque cuente con un buen diseño no dejará de ser un monstruo.
Un copy es quien insufla la vida a un proyecto, quien en muchas ocasiones da a luz la idea, concibe su desarrollo, le da una estructura de contenidos, y finalmente le da voz. El copywriter es la laringe de nuestro Frankie y es quien afinará las cuerdas vocales para que suene un mensaje y no un grito. Es por esto que es muy importante que todo el equipo lea y conozca el copy.
Un redactor creativo, un responsable de contenidos, es quien se encarga de dar valor humano a la pieza, quien estudia cada palabra que pone para que lo estético no quede sólo en el diseño, sino en la razón de un todo. De la idea del diseñador y del copy, del talento de ambos saldrá la pieza.

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