Un cordial Salido. 10 errores típicos de una redacción con prisas

A todos les habrá pasado, seguramente a algunos más que otros, el tener que retroceder para eliminar la palabra saludo que por prisas escribimos salido. Una metedura de pata considerable, sobre todo cuando el correo va destinado a una empresa o a una persona importante.

La mecanografía prácticamente ha desaparecido, no por su innecesidad, sino porque el temprano uso de los teclados en los niños ha dado lugar a una interesante generación de niños «digitales». En cambio las técnicas que permiten la redacción a gran velocidad y minimizar los errores de tecleo siguen siendo imprescindibles.
Repasemos los 10 errores frecuentes de alguien que escribe con prisas y no corrige su propio texto.
  1. Clásicos aliterados como «empelo» por «empleo», o la que da título a este artículo «salido» por saludo». En este caso el problema reside en una precisión a la hora de conocer en qué lugar se encuentras las teclas con las letras. Esto suele pasarles a los redactores experienciados que empiezan a dejar de mirar qué escriben.
  2. Puntos seguidos y puntos a parte. Es necesario tener en cuenta cómo resulta la lectura de nuestro texto a otro lector. Cuando escribimos de forma prácticamente semiautomática arrojamos las ideas haciendo pausas mentales, no de lectura. Si no respetamos las normas de puntuación el lector puede volverse tarumba.
  3. Exclamaciones que nunca se abren. Valga este punto para los redactores en castellano que sólo cierran puntuación. Reconozco que he visto portafolios de agencias en los cuales cierran exclamación pero nunca las abrieron.
  4. Abreviaturas para móviles. Algo completamente desfasado es aquello de los 160 caracteres que limitaban un mensaje a 25 pesetas. Si bien porque usamos un whatsapp o Viber, o un messenger para móvil esto ya no es necesario. Pero hemos arrastrado este tema a nuestra redacción del día a día. Siguen existiendo textos en los q aprcen rdakciones d este palo.
  5. Dónde debe haber un a ver y otros errores homofónicos. Este error es casi de suicidio colectivo. Hace unas semanas me plantee regalar navajas a la puerta de los colegios para que muchos adolescentes se pudieran hacer el harakiri cada vez que confunden «a ver» con «haber«. Pero esto se extiende a adultos en los cuales se ha generado una especie de error por homofonía. La homofonía quiere decir que suenan igual per se escriben diferente. Imprescindible leerse el texto para evitarlos.
  6. Error por disociación visual. Esto se va complicando, ¿no?. Es fácil y seguro que lo habrán leído en alguna ocasión. Cuando estamos acostumbrados a leer «iva a mi casa», o «no tube elección». Esto sucede cuando una palabra que suena parecida la leemos tantas veces que la asociamos a la idea que no le corresponde. Estamos hablando de conocer el significado pero errar en el significante.
  7. Anglicismos, galicismos y otros ismos. No por usar una palabra en otro idioma estamos errando necesariamente. Tampoco vamos a hacer apología del purismo lingüístico pero sí de una corrección. En un caso concreto podremos hablar de blog, pero hemos dejado de usar la palabra bitácora. Más preocupantes son los falsos amigos. El uso de las palabras con orígenes extranjeros puede desembocar en errores como «introducir un amigo», «rentar una habitación», «rebutear un ordenador».
  8. Uves, bes, be altas y bajas. En muchos casos por ignorancia del origen de la palabra, o en tantas otras por influencia de otras lenguas como puede ser el catalán, se confunde el uso de estas dos grafías. «Govierno» en lugar de «gobierno», «báter» o «váter», etc.
  9. Tan muda que ni se ve, ni se oye. El uso y ausencia de las «h» es un problema que se da no sólo en su ausencia sino también en su presencia. Ojo con los «hemos» y «emos» (nada que ver con un emo), «hielo» con «yelo«, o incluso «hierno» con «yerno».
  10. C o S, del habla a la escritura. Es un error más típico en los países de habla latina, donde la pronunciación del sonido «cé» se entremezcla con el de la S leído «sé». Así son típicos errores como «apetese» o «casería» en lugar de «apetece» o «cacería». Por evitarlos aparecen los errores contrarios como «o cea» en lugar de «o sea».
En Geoda Grup revisamos muchos de estos textos no sólo por errores tipográficos sino también estilísticos. De ahí reside la importancia a la hora de redactar un texto de contar con un profesional redactor creativo, copywriter, etc.

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