Defensa apasionada del contenido de calidad

El contenido de calidad no es algo que surja de la nada, no es algo que se compre al peso, ni tampoco obviamente por palabras. El contenido es la voz de la marca, el alma de la empresa, y el referente para los clientes. Defender el contenido es querer dejarlo libre, dejarlo libre quiere decir leer, escribir y escuchar.

A la hora de sugerir un blog para una empresa nos planteamos la siguiente pregunta general: «¿Para qué?. Preguntamos así porque aunque ya sabemos que la respuesta será seguramente un sí, necesitamos saber las necesidades a cubrir con un blog, un canal de noticias, o un foro.

• Por posicionamiento SEO: Tristemente para quienes escribimos el hecho de escribir, de alimentar una página, hace que buscadores como Google consideren más relevante aquello que hay dentro. En ocasiones el objetivo del empresario es que el contenido sea sólo de «engorde»

• Por tener algo que contar en las redes sociales: Y de esta manera el community manager (que sólo administra redes sociales), puede enlazar contenido de la página de la marca en Twitter, Facebook, u otras redes a nuestra página.

• Por dar soporte a los usuarios: Que es lo que realmente se dice de cara a la galería, y que efectivamente es el mayor éxito de un contenido de calidad.

Pero en cambio a la hora de contratar el contenido muchos empresarios, y agencias de marketing, apuestan por la contratación de becarios, de bloggers especializados en un tema, o incluso se ofrecen ellos mismos para realizar la tarea. En ese caso el motivo de la existencia del contenido puede fallar en:

• Redacción cacofonica que da como resultaso un inadecuado uso de tags, keywords y estructura que acaban aburriendo hasta a la «araña de Google».

• Un reciclado de otros artículos que componen un collage poco cohesionado y sin frescura.

• La falta de experiencia para escribir y escuchar, muy dada a los errores de formas y de adecuación

Por esto mismo el contenido de calidad no lo escriben personas con talento, pues el talento es un bien escaso, subjetivo, y a veces difícil de valorar. El contenido de calidad se alberga en la experiencia, el análisis, la estructura y la redacción adecuada. Sin duda los factores de frescura, osadía, y valor-noticia son parte del contenido diario.