Luca Brasi y Al Neri: la fidelidad a la familia
Hay tanto de lo que escribir al respecto de este drama Shakesperiano con aroma a spaghettis. En este artículo me limitaré a esbozar unos brevísimos apuntes sobre los ángeles de la guarda de Vito y Michael. Ángeles caídos. Luca Brasi y Al Neri. Tipos moralmente repugnantes. No dejan de ser asesinos. Aunque el matiz estriba en que siendo asesinos, no son sicarios. No se venden al mejor postor.
La saga de El Padrino me obsesiona. Y quiero compartir mi obsesión. Tengo la extraña impresión que de que mi vida son sucesiones de momentos que interrumpen mis comentarios y visualizaciones de esta obra magna. Reconozco mi adicción y voy a seguir regodeándome en ella.
Esas dos figuras siniestras son portadores de dos características o cualidades muy apreciadas en su mundo. Son letales y son fieles. Del primero lo intuimos porque dura poco. No obstante, su idolatría y agradecimiento al Don están fuera de toda duda cuando vemos lo nervioso que se pone y lo importante que es para él que el patriarca le reciba en el día de la boda de su hija. Maravillosa escena.
En cuanto a Al Neri, hay que decir que es un personaje que pasa bastante desapercibido en la primera película, salvo en el tramo final de consumación de la venganza. Es en la segunda parte donde Richard Bright nos brinda una interpretación silenciosa pero eficaz y nos damos cuenta que importante es para un mafioso tener gente a su alrededor de una confianza tan brutal. Alguien que te entiende con una mirada. Aunque esa mirada sea una orden de asesinato.
De hecho, el personaje encarnado por Al Pacino admite a su ex-mujer en la tercera parte que cierra esta inmortal trilogía, que su guardaespaldas favorito es la relación más duradera que ha tenido. Al final uno de los temas principales de los que trata esta saga fundacional del Hollywood moderno es la pertenencia a un grupo, familia o como queramos llamarlo. Los lazos de sangre y los que no son de sangre. Y estos dos pistoleros son soldados y miembros por derecho de la familia Corleone. Igual que Frank Pentangeli o Peter Clemenza. Andolini todos ellos.
No se puede decir lo mismo de Tessio.
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