Generación del 27: Las olvidadas.

Muchos son los artistas que conocemos de esta generación, a ellos y a sus obras, artistas de la talla de Dalí, Picasso, Lorca, Luis Buñuel, Rafael Alberti… No obstante existen unas grandes olvidadas, olvidadas por los libros, por la prensa, por sus propios compañeros y por su propio país.

El hecho que dio pié a la formación de este grupo fue la celebración del homenaje al poeta Luis de Góngora con motivo del tricentenario de su muerte. Estos inquietos jóvenes toman como referencia al poeta cordobés.

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No solo se sienten atraídos por su singular personalidad, sino también por defender una poética basada en la autonomía del arte y la búsqueda de una belleza formal. Además de este hecho, se dan otras coincidencias propicias para la creación de este grupo como por ejemplo el deseo de renovación artística matizada por una voz original y las estrechas relaciones personales y de amistad. Tal era el caso de Concha Méndez, amiga desde la infancia de Luis Buñuel cuando ambos veraneaban en San Sebastián. Concha era escritora y poeta. No experimentó con los ismos por lo que no se le podía considerar como vanguardista. Emprendió ella sola el viaje a Buenos Aires donde se mimetizó en el ambiente bonaerense logrando publicar su libro con ilustraciones de Nora Borges. Otra gran personalidad y gran amiga de otros artistas como Dalí o Lorca, fue la pintora Maruja Mallo. Sus cuadros estaban llenos de  vitalidad, de movimiento, de color, como si se tratase de un reflejo de su vida diaria. Maruja cosechó su éxito en América y se relacionó con gente de la talla de Andy Warhol. Cuando volvió del exilio no consiguió entender cómo es que nadie la reconocía, ni la prensa, ni sus propios compañeros. Realmente triste cuando se trata de una artista que poco tendría que envidiar a la mismísima Frida Kahlo.

Otra gran artista de este tiempo fue Marga Gil Roësset, ilustradora caracterizada por su rico mundo interior, por su originalidad y por su fuerza.  Comienza a temprana edad a ilustrar los cuentos de su hermana Consuelo. En su faceta como escultora trabaja con granito, un material bastante complejo, aun así consigue dotar a sus esculturas de expresiones de dolor casi humanas como por ejemplo “La mujer del ahorcado”. A  poco de comenzar su carrera se la considera ya una artista consagrada lo que desemboca en una especie de patologización de su imagen como pintora haciendo que  los críticos la virilicen ya que consideraban que su talento tenía que ser masculino El día anterior a su suicidio destruyó gran parte de sus esculturas. Allí en su estudio, se encontró su diario “ Tengo bastante miedo parece que tendré que morirme triste sin beso, ni corazón, ni voz de plata ni versos, Ay imaginar, siempre imaginar yo no sé si en este momento sabré engañarme aun o me moriré de pena.”

Otras grandes artistas y personalidades de la época fueron Josefina de la Torre, actriz, escritora e icono de las vanguardias por su carácter polifacético y multidisciplinar. Figura en la Antología de la poesía española (1915-1931) escrita por Gerardo Diego, como referencia poética por su poemario “Versos y estampas” Existe una anécdota que cuenta que hasta Marlene Dietrich le envió una foto autografiada agradeciéndole el buen doblaje al español que había hecho de ella.

Se podría nombrar también a María Teresa León, escritora y primera española en conseguir un doctorado en Filosofía y Letras, a Ernestina de Champourcín poeta y discípula voluntaria de Juan Ramón Jiménez, de estilo moderno, sus letras hablaban de baile, de jazz, de velocidad… o Rosa Chacel principal novelista de esta generación, además de ensayista y articulista, su ideología Republicana la llevó al exilio, lo que le hizo acarrear dificultades económicas imposibilitando la continuidad de su carrera literaria. Ya con sesenta años le fueron concedidas varias becas con las que pudo volver a Madrid y terminar una de sus obras más conocidas “Barrio de Maravillas.”

Son muchas y con grandes hazañas a sus espaldas como para nombrarlas a todas y a sus obras correspondientes. Ojalá algún día aparezca en los libros Maruja Mallo junto a Picasso o Concha Méndez junto a Rafael Alberti, haciéndose así, justicia “poética”.

Claudia Santos
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Claudia Santos

Nacida en la ciudad olívica de Vigo y residente en A Coruña. Estudiante de Producción, fotógrafa e intento de artista renacentista, amante del arte, de la literatura, del cine y de la música.

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