La Universidad de Columbia ha encontrado tu «interruptor del miedo»
¿Te imaginas que le tienes pánico a algo y que los médicos te pueden eliminar (literalmente) ese miedo? Supón que tienes estrés post-traumático y ansiedad o miedo a algo y que te lo quitan de la noche a la mañana. Hoy por hoy eso no es posible pero el conocimiento sobre nuestro propio cerebro es cada vez mayor y un estudio de la Universidad de Columbia ha encontrado tu «interruptor del miedo».
Según un estudio publicado hace unos días en la revista Science es posible identificar la parte del cerebro donde tu supervivencia toma el control. El circuito celular que se activa en tu cerebro para alertarte de qué entornos son seguros o cuales son peligrosos ya ha sido localizado en ratones de laboratorio.
En base al aprendizaje somos capaces de sobrevivir y somos capaces de recordar contextos asociados a determinadas experiencias. Según dicha experiencia podemos asociar que un entono no es seguro y a partir de ahí entrar en pánico. Los recuerdos «contextuales», dicho de otra forma, nos ayudarán a dar la respuesta correcta para que sobrevivamos.
Cuando dichos recuerdos se trasladan a un día a día en el que una persona ve limitada su libertad basada en los miedos (aracnofobia, vértigo, agorafobia, etc. ) se dará un comportamiento quizás exagerado que precisa de solución. Es posible en muchos casos tratarlo mediante terapia o medicamentos, ahora se abre la posibilidad de buscar cómo desactivar esa alarma que nos quiere proteger en situaciones innecesarias.
¿Qué les hicieron a los ratones?
Los animalitos fueron introducidos en una habitación en la que recibían descargas eléctricas en sus patas: al cabo de 24 horas los animales recordaban la estancia y el estímulo negativo que recibían. Hasta aquí nada que no sea un estímulo y respuesta. Lo sorprendente es cuando los ratones mostraron la misma reacción en una habitación completamente diferente. Quedaba demostrado que su miedo seguía a pesar de que el contexto no era exactamente el mismo.
Mediante escáner cerebral pudieron percibir los científicos, con gran detalle, las zonas de Proyecciones Inhibitorias de Gran Alcance que se activaban en los roedores. Cuando se activan estos receptores se envíaba una señal de la corteza entorrinal al hipocampo con un claro mensaje: ¡peligro! La reacción en cadena que se sucede enciende varias neuronas que generarán el recuerdo de la descarga eléctrica y en consecuencia el miedo.
¿Se lo harán a los humanos?
Attila Losonczy, investigador principal en el Instituto Zuckerman y co-autor del estudio, afirmó: «Estos hallazgos, aunque son preliminares, quieren decir que en el cerebro humano se pueden dar de manera indéntica y esto no deja de ser muy intrigante». Insiste en que esto puede ser el modo científico de comprender el miedo y en casos donde suponga un trauma para la persona, poder tratarlo en el futuro.
Hoy por hoy no se puede cortar esa conexión, ni tan siquiera podemos tomar un medicamento mágico que le de al off del botón del miedo en nuestro cerebro. Quizás es una frustración más para algunos pero también puede ser un peligroso interruptor que encienda irracionales temores en la población. ¡Qué buen argumento para un buen libro!