Filtraciones masivas en el cine
A Quentin Tarantino parece que le ha mirado un tuerto. Casualidad o no, al realizador de Tennessee se le han ido acumulando los contratiempos sin que haya siquiera podido asimilar los anteriores. Primero se filtró el guión de su nueva película, ‘Los odiosos ocho’ (The hateful eight), más tarde perdió el pulso con los responsables de la última entrega de Star Wars, lo que le obligó a retirar su película de algunas salas de cine importantes, y por último, la filtración global de su nueva producción semanas antes de su estreno.
‘Los odiosos ocho’ (The hateful eight), película que se estrena el próximo viernes en España, fue subida a la Red antes incluso de que se estrenara en Estados Unidos el pasado 25 de diciembre. Tras ella vinieron un montón de títulos detrás, como Joy, de David O. Russel, que se estrenó la semanada pasada en nuestro país, El renacido (The Revenant) de Alejandro González Iñárritu, La última de James Bond (Spectre), Brooklyn, Sufragistas (Suffragette), o películas de estreno próximo en nuestro país como Trumbo, Carol, Spotlight o La mujer Danesa (The Danish Girl). Acto seguido, The Hive, que así se llama el grupo informático que reivindicó la filtración, emitió un comunicado en el que aseguraban que la cosa no quedaría ahí, que seguirían filtrando películas hasta alcanzar un total de 40 títulos. “Lo haremos una tras otra, comenzando con el título más valioso del año. El resto les seguirá”, rezaba el escueto comunicado.
La filtración de películas no supone ninguna novedad. El hecho novedoso, y noticioso, radica principalmente en dos factores. El primero es que se trata de una filtración masiva y reivindicada por un grupo de hackers que ha provocado un daño empresarial e industrial sin precedentes y muy difícil de cuantificar. Y el segundo responde al hecho de que los títulos que se han filtrado no han sido elegidos al azar. Se trata de dos de los estrenos más importantes de la temporada de premios –The hateful eight y The revenant– junto a otras cintas de gran relevancia, que seguro sonarán en la gala de los Oscar del próximo mes de febrero.
La filtración del guión de Los odiosos ocho obligó a Tarantino a modificarlo, incluso amenazó con no dirigir la película. Pero aquello fue sólo un aviso, se desconoce aún si procedía de la misma fuente o se trata de hechos aislados. El robo de la película, según apuntaron fuentes del FBI, procedía de uno de los DVD que las distribuidoras entregan a críticos y ejecutivos antes de su estreno comercial. En todas ellas aparece un número de serie que identifica al propietario de cada copia, que en esta ocasión pertenecía a Andrew Kosove, co-CEO de Alcon Entertainment y productor cinematográfico. El estreno de su nueva película en Estados Unidos, Point Break, en fechas próximas a la de Tarantino, llevó a muchos a pensar que la filtración de la copia no se trataba de una mera coincidencia, sino de una estrategia comercial. Sin embargo, Andrew Kosove se defendió señalando que nunca recibió el DVD y que tampoco había llegado a ver la película. La reivindicación de los hackers acabaría confirmando su versión.
“Realmente creemos que esto ha creado un nuevo tipo de llamada a los medios, porque está más presente en las noticias, radios y periódicos que ‘Star Wars’, y promocionar esto fue gratuito. Sólo el 5% de las personas quiere ver estas películas en el cine, pero gracias a nosotros, creemos que ahora el 40% irá a los cines a verla, ya que todos hablan de ella y todos quieren ver por qué generan mucho ruido. Esto de seguro aumentará la venta de entradas»
Un comunicado posterior de los propios piratas informáticos apuntó que su intención no era perjudicar a la industria o a los realizadores de las películas, sino tratar de incentivar que la gente acuda a los cines. Según informó el diario anglosajón Bussiness Insider, los responsables de la filtración pidieron disculpas al considerar que la intención del hackeo fue malinterpretada. En palabras textuales, señalaban lo siguiente: “Realmente creemos que esto ha creado un nuevo tipo de llamada a los medios, porque está más presente en las noticias, radios y periódicos que ‘Star Wars’, y promocionar esto fue gratuito. Sólo el 5% de las personas quiere ver estas películas en el cine, pero gracias a nosotros, creemos que ahora el 40% irá a los cines a verla, ya que todos hablan de ella y todos quieren ver por qué generan mucho ruido. Esto de seguro aumentará la venta de entradas». También, pidieron perdón explícitamente a Quentin Tarantino, uno de los mayores damnificados por la filtración, al que alaban por su gran película y animan a la gente a que la vea en pantalla grande. “Se trata de un excelente, emocionante y entretenidísimo western que combina una increíble dirección con un tremendo reparto, un maravilloso guión, una bellísima fotografía y una banda sonora memorable”.
«Existen incluso miembros de la academia y críticos especializados que se niegan a recibir las copias para no asumir la responsabilidad ante un posible robo.»
Sea como fuere, el daño ya está hecho y es irreparable. Según estimaciones del FBI, la película ya ha sido descargada por entre 200.000 y 600.000 usuarios sólo en la primera semana, además de las que se venden en formato físico en la calle. Pese a que el sistema de distribución de los screeners es cada vez más complejo –algunas compañías entregan un nombre de usuario y una contraseña para que se visualicen directamente en Internet, otras exigen la destrucción de la copia una vez se haya visionado- la filtración de archivos es un problema que parece no se resolverá a corto plazo. Existen incluso miembros de la academia y críticos especializados que se niegan a recibir las copias para no asumir la responsabilidad ante un posible robo. En 2004, Carmine Caridi fue expulsado de la Academia porque se subieron a la Red algunos de los archivos que envió a un amigo de Chicago. En este caso parece que se trata de un robo más que de una filtración intencionada, pero será el FBI el que dirima el caso.
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