Algunas de las cervezas más extrañas (y curiosas)
Las cervezas de las grandes marcas están ya pasadas de moda. Pequeñas empresas cerveceras, bajo la iniciativa de atrevidos empresarios, se han decidido a darle una vuelta de tuerca a eso de beber «zumo de malta». Te presentamos algunas de las cervezas más rarunas del momento.
Agua salada: Er boquerón
Teníamos que empezar por esta… sobre todo por su singularidad en cuanto a su definición: cerveza salada. Hecha con agua de mar, esta cerveza de receta artesanal (que sigue la a Ley de Pureza alemana de 1516) es una auténtica experiencia de sabor.
Utilizan agua de mar, extraída de zonas limpias y de gran pureza, a la que le realizan un tratamiento de filtrado y análisis de calidad. No te preocupes no te encontrarás ninguna medusa en el interior.
☞ Puedes visitar la Web de Er Boquerón aquí.
En cápsulas: Berliner Kindl Weisse
Que el café haya tenido su revolución a razón de las máquinas de Nespresso no nos debería extrañar. Los alemanes innovan hasta con la tradición cervecera a la que le han dotado de sus propias cápsulas para que te prepares tu propia cerveza en casa.
La birra tiene un sabor ligero, casi podría parecer un champagne, pero se suele servir mezclándolo con siropes de frutas. Estos siropes le aportan diferentes colores y enriquecen la de por sí ácida cerveza. Para los más sibaritas existen cápsulas para preparar el combinado en casa.
☞ Puedes visitar la Web de Berliner Kindl Weisse aquí.
Multicereales: Tripel Karmeliet
Igual que te compras un pan multicereales, te compras una cerveza tal cual: hecha con trigo, avena y cebada. Esta cerveza de autor está elaborada por Antoine Bosteels, un belga quien reconoce que se inspiró en el pan para desarrollar tan singular brebaje.
Existe una receta muy similar que desarrollaban los carmelitas en Derdemonde en el siglo XVII, por este motivo Bosteels decidió llamarla así. Su volumen es de 8’4º y se dice de ella que tiene un sabor muy afrutado.
☞ Puedes visitar la Web de Tripel Karmeliet aquí.
Con miel y romero: La Socarrada
Cuando te planteas hacer algo más patrio le metes producto autóctono y puede salir bien, o mal. A estos maestros cerveceros les salió bien la idea. Si en valenciano se suele decir que algo bueno es «miel de romero», ellos optaron por hacer una birra de malta con miel y con romero.
No lleva aditivos, es completamente natural y para colmo no para de recibir premios en catas internacionales a la par que se abre paso en todo tipo de mercados. Se trata de una cerveza de amargor discreto y con un toque de miel y romero.
☞ Puedes visitar la Web de La Socarrada aquí.
