Curso básico de fotografía. Paso 4: La ISO

Y llegamos al final de nuestro mini curso de fotografía. Hemos estado hablando del funcionamiento de la cámara en sí, la velocidad de obturación, el diafragma y por último tenemos la ISO.

La sensibilidad ISO equivale a la fusión de lo que en analógico llamamos ASA y DIN, que son dos sistemas estandarizados para medir la sensibilidad de la película fotográfica y en este caso, en el de la ISO, la de nuestro sensor electrónico. No vamos a entrar en conjeturas y definiciones teóricas para ahorrarnos quebraderos de cabeza. Sólo decir que la sensibilidad estándar de la mayoría de los sensores modernos es de 100 ISO. El sensor, al recibir la luz, genera una carga eléctrica que acaba convirtiéndose en nuestra fotografía gracias al procesador, pero eso es otra historia. A lo que vamos, en determinadas ocasiones la sensibilidad estándar no es suficiente para que nuestra fotografía alcance los valores de luminosidad deseados o adecuados y por el motivo que sea, no nos interesa cambiar ni la obturación ni la apertura del diafragma, …Señor ilumíname!! Pues eso es lo que hace el subir la ISO, ganar luminosidad. Pero esto, conlleva un problema, no te creas que iba a ser así de simple.

En la película analógica doblar la ASA significa aumentar el tamaño de las sales de plata (material sensible a la luz), eso genera lo que se llama grano, mientras mayor sensibilidad tiene nuestro carrete, los granos de plata son mayores y van apareciendo en la fotografía. Al subir la ISO le decimos a nuestra cámara que lo que antes era uno (por decir algo) ahora es dos, o sea, doblamos al carga eléctrica y doblamos la luminosidad de la escena. Esto estaría muy bien a no ser por lo que en digital se llama «ruido«. El ruido no es ni más ni menos que una «interferencia» en la señal eléctrica que dependiendo de nuestro sensor, procesador, etc, en ocasiones puede ser bastante molesto.

Existen dos tipos de ruido. Ruido blanco y ruido de color. Mientras que el ruido blanco es relativamente fácil de eliminar con un programa de edición fotográfica como Photoshop, Lightroom, Gimp (este gratuito). Con el ruido de color lo tenemos mucho más complicado ya que no hay un filtro específico para él. Os vamos a mostrar algunos ejemplos de lo que pasa cuando empezamos a subir la ISO en condiciones de baja luminosidad.

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Las fotografías han sido tomadas con segundos de diferencia bajo las mismas condiciones de luz, una vela, y los mismos parámetros en nuestra cámara. Obturación de 1/50 y un diafragma f 1,4. No hay ningún tipo de retoque en ellas. En la primera, con un ISO 100, lo único que podemos ver es la luz de la vela en sí, conforme vamos aumentando la ISO la habitación «se va llenando de luz». En la última fotografía con una ISO 6400 obtenemos unas condiciones lumínicas «aceptables» pero como podéis observar, la habitación para que está llena de «niebla» esto no es más que una inmensa cantidad de ruido, que en el caso de ser un retrato, nos fastidiaría bastante nuestra fotografía.

Pues bien amigos, esto es todo por el momento. Con estos tres parámetros podemos conseguir el control de nuestra cámara y de la luz en sí. Decía Cartier-Bresson: Tus primeras 10.ooo fotografías serán tus peores fotografías. Así que ahora lo que toca es practicar, practicar, practicar.

Prometemos publicar de vez en cuando más artículos en relación a la fotografía con consejos y trucos para ir mejorando y haceros que os pique el gusanillo.

Gossip!!

Antonio Nieto

Antonio Nieto es un fotógrafo afincado en Londres. Actualmente, compagina su trabajo como fotógrafo especializado en retratos, con la colaboración en distintas agencias cubriendo eventos sociales y la producción de cortometrajes.

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