Cuando la publicidad sale del armario

Hacer publicidad es siempre algo complejo, especialmente cuando se tocan temas ajenos a las marcas y que pueden provocar quejas y demandas. Si hace unas décadas las lavadoras se compraban para las mujeres y fumar te hacía más macho, hoy podemos ver anuncios que muestran las relaciones entre personas del mismo sexo de manera normal. ¿Oportunismo o normalización? Te mostramos algunos ejemplos conocidos y sus polémicas.

 

El Corte inglés en el «Día de los Enamorados»

Se trata de una empresa española de grandes almacenes. Durante muchísimos años toda su publicidad se dirigió a un público de clase media alta, conservadora y post-franquista. Un público con un poder adquisitivo que prefería un paso de Semana Santa a un paso en materia de igualdades.

La modernización del país y la realidad de una sociedad más abierta les ha hecho cambiar su estrategia con anuncios más modernos y con temáticas más cercanas a la realidad del país. En 2015 se hizo muy popular el cortometraje que Roberto Pérez Toledo hizo para El Corte Inglés con los actores Pelayo Rocal y Ángele Velasco.

Dentro de una serie de cinco historias de amor diferentes ésta se centró en el amor de dos hombres que se reconocen en el interior de uno de sus grandes almacenes. Una historia emotiva de amor bobalicón pero contado con muy buen gusto.

 

Asevi y los hogares de dos hombres

La empresa alicantina Pons, dueña de Asevi, se ha hecho un lugar en el mundo de la publicidad con anuncios sencillos, sin complejos pero con mucha elegancia a la hora de tratar la cotidianeidad.

El producto no era especialmente conocido antes de esta campaña pero los demás anuncios que dibujaban diferentes familias y situaciones sirvieron para posicionar un limpiador de suelos muy fuera de los típicos anuncios de productos de limpieza con madres amargadas porque les pisan el fregao, o irreales padres sacados de una novela de Danielle Steel.


En el anuncio se muestra sin ninguna esceneografía, sin músicas ni efectos. Se quiso plasmar una situación real… y se hizo. Un anuncio de diez en simpatía y cercanía. Encontraréis un montón de referencias a él en muchos sitios web alrededor del mundo.

 

Amor lésbico Desigual

Desigual no es una marca que haga especialmente mucha publicidad televisiva. La marca catalana de disfraces moda siempre ha usado una comunicación más centrada en acciones de marketing y en presencia que posicionen su marca con gente joven, desenfadada, que quiere ser diferente, que arriesga.

Para este anuncio de 2012 quisieron jugar con la ambigüedad de un monólogo lleno de topicazos sobre el amor y las cosas que realmente importan a la hora de ser feliz. A pesar de eso consiguieron dar visivilidad al amor lésbico al mismo tiempo que la modelo sacaba del armario todo su vestuario de Desigual.

Una madre trans en el anuncio de Dove 

Dove siempre ha intentado asociar sus productos a gente natural, real, sin estereotipos de grandes masas. Son un poco la marca «alternativa» para la clase media mundial. Mujeres reales son las que tienen curvas y madres reales son las que aman y cuidan a sus hijos, sin más.

Al llegar a este anuncio no puedo evitar enfadarme, y no precisamente con la compañía de cosmética Dove sino con la reacción de youtubers y ultra conservadores que han criticado y ridiculizado a la madre transexual que aparece en éste anuncio.

A pesar de la injusta polémica que muchos han querido ver, aquí no sale una actriz sino una persona real.  Las duras críticas e insultos que ha recibido ésta madre y la compañía desde sectores como CitizenGo (HazteOír) han pretendido boicotear el anuncio y a la propia marca

El anuncio de Dove es de los pocos que verás tratando éste tema con naturalidad y es que la transexualidad, sigue siendo vista como un capricho de enfermos que atentan contra la naturaleza.

En semanas como esta, donde todos nos volvemos gayfriendly, deberíamos hacer reflexión y medir hasta dónde llega nuestra tolerancia y respeto hacia los demás. Que las marcas quieran vender productos en sus anuncios es normal, que quieran hacerlo a través del apoyo a colectivos LGTBI también.

Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío pero el hecho de normalizar, también en los anuncios, las vidas de millones de personas, es muy positivo. El extremo contrario, el esconderlo, sería lo realmente peligroso; en la publicidad debemos exigir respeto, elegancia y tacto.

Robert Barber
Socializando

Robert Barber

Fundador de Magazing y de Gerunding Publishing.

Un comentario en “Cuando la publicidad sale del armario

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