El sexo como inspiración para el arte
Hace aproximadamente un mes salto a las noticias que Alemania y Reino Unido se negaron a promocionar el centenario del artista vienés Egon Schiele, censurando su obra, lo cual suponía pensar en la línea que separa el rechazo ante la cosificación del cuerpo femenino y el puritanismo que parecía que se desvanecía con el paso del tiempo.
Algunos han considerado que la prohibición a Schiele como una metáfora de lo molesto que aún parece resultar actualmente el sexo de la mujer. Pero usar como baluarte feminista a un hombre que llegó a estar en la cárcel por escándalos sexuales puede tener sus riesgos, sobre todo cuando la historia y las biografías cumplen su labor.
Habría que decir que las obras de arte no deberían ser censuradas, de tal forma que si una pintura es polémica, lo que se debería hacer es explicarla, contextualizarla, para que su lectura en el presente y en el futuro no reproduzca estereotipos o ideas que puedan incitar al odio, al machismo o a la xenofobia.
“Sin prohibiciones no hay erotismo”. (Georges Bataille)
Desde la antigüedad, los artistas de todas las culturas se han interesado por la representación de la actividad sexual no como acto para procrear sino sobre todo como fuente de placer.
No podemos negar que el sexo ha tenido siempre un papel muy importante a lo largo de la historia del arte, los artistas han encontrado en el sexo su fuente de inspiración, sin duda, el sexo siempre ha tenido un rol imprescindible en el ser humano, y es normal que eso se canalice a través del arte, ya sean esculturas, pinturas, cine o música.
Debemos tener en cuenta que en el mundo hay culturas muy diferentes, e incluso en un mismo lugar, las tendencias han ido cambiando según la época, pero no podemos negar que siempre ha habido un gran interés por parte de la sociedad, aunque en ocasiones fuera tabú, y aún lo siguiendo, de tal forma que se repriman opiniones y a veces se obvie hablar acerca de ello.
Sin embargo, nos encontramos con artistas que han dedicado parte de su obra a representar aspectos de la vida sexual, cabe destacar a clásicos como Rembrandt o Rodin que incluían en su repertorio escenas algo subidas de tono, aunque ellos no fueron los primeros, puesto que encontramos pinturas anteriores en paredes y suelos que explicitan el disfrute que aporta el sexo desde el principio de los tiempos, posteriormente, más artistas han dado rienda suelta a su sexualidad a través del arte, con nombres tan destacados como Pablo Picasso, Andy Warhol, entre otros.
Lo que me lleva a plantear que debería haber naturalismo del cuerpo humano en su máxima expresión y de libertad sexual, dado que vivimos en una sociedad moderna que se adapta a los cambios a los que hemos estado sometidos con el paso del tiempo.
Dicen que el erotismo como motor del arte y origen de la inspiración artística es una de las combinaciones más poderosas, capaz de romper con todo por su carácter disruptivo como el sexo mismo, la acción soberana por excelencia, sin otra utilidad, sin otro fin que no sea el ejercicio del placer, de la subordinación al tiempo y al espacio, a la individualidad y a las normas convencionales.
Entonces, ¿por qué a veces nos vemos sometidos a tanto puritanismo cuando se trata de arte y sexo en conjunto?
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