Liga del despropósito

Era muy complicado empeorar este proyecto de trasladar el universo DC al cine. Y sin embargo, han confluido todos los condicionantes para que finalmente La Liga de la Justicia sea el fiasco definitivo y quizás la tumba de esta empresa que Warner comenzó allá por 2013 con la ilusión de competir con dignidad ante Marvel Studios.

Es verdad que remontar los antecedentes fallidos de Escuadrón suicida y Batman vs Superman era un lastre importante. No obstante, las noticias de que Joss Whedon (Vengadores y Vengadores:La era de Ultrón) iba a colaborar en el guión y parte del rodaje tras la desgracia familiar sufrida por Snyder, levantaba el ánimo a los fans. Quizás el cineasta que terminó de consolidar la franquicia rival le daría el soplo de aire fresco y estilo propio que necesitaban este nuevo Batman y sus amigos. Lamentablemente, no ha sido así.

La Liga de la Justicia no cumple expectativas

Lo que se ve en pantalla no es más que el resultado de una producción caótica. Un engendro a modo de monstruo de Frankenstein construido a 4 manos por dos directores de estilos muy  diferentes. Los cambios de tono, presentación de los nuevos miembros del equipo, el montaje otra vez atropellado y un villano de vergüenza ajena imposibilita el despegue de este supuesto Blockbuster épico de acción que se queda en un revoltijo de escenas sin coherencia narrativa. Una cinta en la que lo poco bueno que había en su predecesora tampoco funciona. Ben Affleck ya no es ese Batman con aires del Caballero Oscuro de Frank Miller, Gal Gadot es una intérprete que le queda grande su rol de Wonder Woman y los nuevos no aportan más que chistes aquí y allá. Todo muy deslabazado.

Y luego está el capítulo cameos: Amy Adams, Diane Lane, J.K. Simmons, Connie Nielsen. Desaprovechar grandes repartos es otra de las marcas de esta saga. Jared Leto puede dar fe.

¿Y Superman? Se preguntarán los que no la han visto. ¿Y el Mostachogate? Digamos que es la guinda a una liga de la comedia involuntaria. Una liga de errores acumulados. La liga del despropósito. Y lo peor es que amenazan con seguir. Y  Christopher Nolan de productor como si fuera la orquesta del Titanic. Un sello editorial tan mítico y que también nos ha hecho disfrutar en el celuloide debería saber cuando parar.

 

Manuel Cobo

Manuel Cobo

Abogado no ejerciente y cinéfilo empedernido. Siempre en decadencia.

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