El fandub o «tu vídeo ha recibido reclamaciones de copyright»

Quiero ser actor de doblaje, eso lo tengo claro. Lo que nunca he tenido tan claro es cómo serlo. ¿Voy a un estudio de doblaje esgrimiendo un «Hola, buenas, quiero participar en algún proyecto»? Esta pregunta la tienen muchas personas que quieren dedicarse a esta estupenda profesión pero no disponen de los medios necesarios para ello. Por tanto, una buena forma de iniciarse en el mundo del doblaje, además de algún cursillo online, es el llamado «Fandub», es decir, doblaje hecho por fans. Básicamente consiste en que una persona dobla un fragmento de su serie, película o animación favorita y la sube a YouTube para que más gente pueda verlo.

Esta idea sobre el papel parece genial, pero resulta más complicada de lo que parece. Un fandub requiere constancia, técnica y mucho, mucho trabajo.Magazing_2522_fandub

¿Cómo se hace un fandub?

Lo primero que hay que hacer es encontrar qué se quiere doblar, ya sea una película, una serie o una animación. YouTube es una mina de oro en estos casos, ya que es poco probable que nadie haya subido un vídeo de aquello que se busca doblar. Una vez se ha descargado el vídeo, toca editarlo para limpiar las pistas de la voz original que se va a doblar. Después hay que buscar efectos de sonido y música, en caso de ser necesarios. Tras eso, viene la parte más importante: grabar la voz.

Hay que hacer hincapié en esto: para dedicarse al doblaje no importa tener una voz «bonita» o «fea». Lo importante es saber transmitir con ella, pues lo que se hace es interpretar un papel, se actúa. Cualquier profesional dirá algo similar: «para ser actor de doblaje hay que ser actor, hay que tener nociones de actuación». Por eso no me cansaré de decir esto: los profesionales del sector se llaman actores de doblaje, no dobladores.

Volviendo al proceso de fandub, una vez se graba la voz, toca limpiarla para quitar todo ruido de fondo, sincronizarla con el vídeo y listo. Depende de la duración del vídeo original, evidentemente, pero se tarda en hacer un fandub, de media, unas 2-3 horas.

Vale, el vídeo se está subiendo. ¿Y ahora qué?

Ahora queda rezar. ¿Rezar? Sí, rezar todo lo que sepas a tu dios de confianza para que YouTube no bloquee el vídeo. Y, si lo hace, al menos que no sea a nivel mundial.

Y es que este es el gran problema al que se enfrentan los fandubberos: las reclamaciones de derechos de autor. Problema que, en algunos casos, ha supuesto la eliminación de grandes canales de fandub. YouTube no se anda con miramientos, y su martillo del bloqueo cae sin piedad sobre cualquiera. No deja de ser irónico que, por ejemplo en mi caso, me hayan bloqueado doblajes que ni siquiera monetizo, es decir, no gano absolutamente nada con ellos, y aun así nadie pueda verlos. Como el mío, hay numerosos casos. Para estas situaciones existen un par de soluciones: o bien subir el doblaje a otro gestor, como Vimeo, o subirlo a Facebook y pasar el enlace a quien pueda interesar.

Porque el segundo gran «inconveniente» del fandub es ese: no se puede vivir de ello. Al contrario que con otro contenido, este tipo de «youtubers» solo pueden trabajar por amor al arte. Es cierto que pueden adquirir un gran número de seguidores y acabar siendo actores profesionales, pero estos casos se cuentan con los dedos de una mano. La mayoría de nosotros tenemos un segmento de espectadores bastante limitado (en comparación con los gameplays, por ejemplo). Y no pienso entrar en el tema de las discusiones que se generan tipo «el doblaje en latino/ el doblaje en castellano es mejor». Esa es una batalla perdida.

¿Es el fandub tan malo como lo pintas?

Para nada. A pesar de los aspectos negativos, el fandub es una actividad apasionante. Permite mejorar habilidades, y que cada persona lo haga a su ritmo. Hay grupos de facebook de fandub que permiten conocer a gente dispuesta a echar una mano, darte su opinión o a colaborar, porque son unos apasionados del doblaje. Pero, sobre todo, lo mejor de hacer un fandub es disfrutar de lo que se hace. Somos muchos los que nos lo pasamos como enanos cada vez que tenemos un proyecto entre manos, y es con eso con lo que nos quedamos. No necesitamos nada más.

Aportamos nuestra voz y nuestro talento para que la gente pueda disfrutar de contenido audiovisual en su idioma natal. Trabajamos en la sombra. Somos fandubberos.

Álvaro Guerrero

Álvaro Guerrero

Estudiante de Comunicación Audiovisual. Actor de doblaje y locutor en proceso. Satírico amante del humor negro, subo cosas con la voz a YouTube. Si buscas a alguien serio, sigue buscando.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *