El indomable Will Hunting tiene miedo a volar

En 1998 se estrenaba una de las mejores películas de Gus Van Sant. Uno de esos realizadores del cine indie estadounidense con mayor visibilidad de los últimos 30 años . El creador de Mi Idaho privado dirigía con mano invisible una trama que giraba alrededor de un joven de privilegiado cerebro y traumas aún no superados. También era la descripción de una cuadrilla de amigos, de un profesional de la salud mental y del mundillo universitario en contraste con la realidad obrera.

Una anécdota curiosa es que esta obra arruinó la idea de Steven Spielberg de presentar al soldado que da nombre a su célebre película bélica con el rostro de un actor desconocido para el gran público. Eso era Matt Damon aún por aquel entonces, aunque estaba en pleno despegue acumulando título tras título en ese final de milenio.

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Todo el mundo elogia el guión oscarizado de esta película. Sin quitarle ningún mérito, (aunque algún fallito absurdo tiene); es la química entre los actores lo que la eleva. La cuadrilla de colegas es impagable y cualquier hombre de una generación similar se puede sentir muy reflejado. Los hermanos Affleck y Damon se nota que son amigos también en la vida real.

La relación del protagonista con el psicólogo encarnado por Robin Williams es la otra gran baza del film (esa la charla del banco del parque y la catarsis final en el despacho) y aunque Minnie Driver como novia también lo hace bien, su presencia en pantalla es más residual. No obstante, sus escenas de flirteo también o cuando ella se da cuenta del pasado familiar turbulento de él son excelentes.

La película refleja también el microcosmos de un determinado lugar llamado Boston. La capital de Massachusetts a la que el nuevo Bruce Wayne retornaría en dos de las tres películas que ostenta como director hasta el momento. No es casualidad que ambas estrellas hayan nacido y crecido en sus calles.

Uno de los clásicos de los 90 galardonada con dos estatuillas de la academia y cuyo final no puedo evitar que me siga provocando gracia. Will, si eres tan inteligente… ¿por qué no coges un avión? ¿Tienes miedo a volar? ¿Es necesario cruzar todo Estados Unidos con esa chatarra que te han regalado? ¡Tu novia será una mujer casada y tendrá hijos adolescentes cuando llegues! ¡Espabila joven prepotente, pedante y a la vez encantador!

Menos mal que años después la CIA lo instruyó bien para sobrevivir en la vida. En la universidad no aprendió gran cosa. Por no hablar de su viaje a Marte y aquel asunto de las patatas…

Manuel Cobo

Manuel Cobo

Abogado no ejerciente y cinéfilo empedernido. Siempre en decadencia.

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