Películas hechas para observar

Este artículo no tiene un título tan simple por pura pereza, si no que se refiere literalmente a eso, películas hechas para ser vistas, para ser contempladas en las que los diálogos quedan prácticamente en un segundo plano. Esta lista de obras cinematográficas crean el deleite de los espectadores con grandiosas y/o bellas imágenes que nos hacen adentrarnos en otro mundo.Magazing_2410_cineparaobservar

La primera no podría ser otra que Koyaanisqatsi (1982), película experimental producida por Francis Ford Coppola. El título tan extraño se debe a que Koyaanisqatsi, significa “vida fuera de equilibrio” en el idioma de los Hopi, una antigua tribu americana que habitaba en los Estados Unidos. La película no contiene diálogos ni una narración, es decir que no cuenta ninguna historia, al menos verbalmente. La idea del director, Godfrey Reggio, era mostrar el declive del mundo a causa del hombre. El realizador explicaba la falta de palabras del filme así: “no se trata de falta de amor por el lenguaje por lo que estas películas no tienen palabras. Es por que, desde mi punto de vista, nuestro lenguaje está en un estado de gran humillación. Ya no describe el mundo en el que vivimos” La película es una sucesión de imágenes en time lapse y cámara lenta, y es la primera de la trilogía  “Qatsi” compuesta además por “Powaqqatsi” (1988) y “Naqoyqatsi” (2002).

Le sigue en la lista “El árbol de la vida” de Terrence Malick, protagonizada por Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn. La fotografía de esta película fue creada por Emmanuel Lubezki, con sus planos imposibles en picado y contrapicado de sombras en movimiento, cargada de espectaculares imágenes como la creación del mundo, la extinción de los dinosaurios, además de largos planos detalle con una gran carga emotiva. Todo esto  acompañado por la banda sonora creada por Alexandre Desplat, perfecta y minimalista, para no restarle importancia a las imágenes. Aunque el filme pueda pecar de pretencioso, si te gusta la fotografía debería estar en tu lista de películas pendientes.

Algo distinto es el caso de Wes Anderson, sus obras si tienen historias lineales y cerradas, pero quizás lo más destacable de su filmografía son sus cuidadas escenografías y las paletas de colores que escoge para cada largometraje. Tanto en la animación («Fantastic Mr Fox») como con actores de carne de hueso («El gran hotel Budapest», «Life Aquatic», «Moonrise Kingdom» ) Anderson utiliza carismáticos personajes que rodeados de ese mundo suyo tan característico hace que visionar una de sus obras se asemeje a presenciar la lectura de un cuento.

Evidentemente, no hay nada que se pueda criticar del trabajo de Stanley Kubrick, un realizador que bien se podría decir que no cuenta con ninguna mancha en su historial. Son historias perfectamente pulidas se mire por donde se mire, pero en el caso de «2001, Una odisea en el espacio», se superó con creces. Como cuando en una escena de «2001 una odisea…» nuestro antepasado el simio, lanza el hueso al cielo y en el siguiente plano se observa un satélite, simbolizando la evolución del hombre, acompañado por la música de Strauss y creando así la elipsis más larga de la historia del cine ,menos de un minuto de ficción que te hace sentirte pequeño, efímero y una pieza insignificante en el transcurso del tiempo,…un genio Stanley.

Medianeras: Película argentina del año 2011, protagonizada por Pilar López de Ayala y Javier Drolas es más bien una historia simple, minimalista y de bajo presupuesto, pero con unas imágenes íntimas y escogidas con cuidadoso cariño.

En 2005 se estrenó la película de «El aviador» dirigida por Scorsese con Leonardo Dicaprio, Cate Blanchett y Kate Beckinsale. Más destacable que la fotografía fue el deseo del director de recrear el “look”, del celuloide clásico,  Scorsese quería conseguir una acabado igual al complejo sistema Technicolor de entonces mediante las nuevas tecnologías.

Y como última recomendación: Noche en la tierra. Pequeñas historias que surgen dentro de  un taxi en diferentes ciudades del mundo (Los Ángeles, Nueva York, Roma, París y Helsinki) cada historia es como una representación de la propia ciudad en la que viven. La fotografía de Frederick Elmes crea un aura nocturna, íntima,  real como si nosotros estuviéramos también en esa ciudad, en ese mismo taxi, presenciando y sin intervenir esa conversación que surge bien entrada la noche entre taxista y pasajero.

 

*La imagen pertenece a Jake Hills.

Claudia Santos
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Claudia Santos

Nacida en la ciudad olívica de Vigo y residente en A Coruña. Estudiante de Producción, fotógrafa e intento de artista renacentista, amante del arte, de la literatura, del cine y de la música.

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